viernes, 9 de marzo de 2018

AMISTAD PERFECTO TESORO



Siempre he querido escribir sobre la amistad, así que no quiero postergar más esto y arrancaré diciendo algo sobre la que –para mí- es fundamental en nuestras vidas.

Digo que es fundamental porque si quitamos nuestras propiedades, nuestros lujos, títulos y demás cosas que supuestamente nos dan “valor”, lo que nos queda es lo que somos y con quiénes somos, y esos “quienes” reales y duraderos son nuestros amigos.

Podemos decir que somos nosotros y nuestras amistades. Muy bien dice un amigo: “Yo no necesito plata, necesito amigos”. Y perfectamente dice el adagio popular: “Quien encuentra un amigo encuentra un tesoro”.

Pues bien, creo absolutamente que la amistad en nuestra vida es fundamental al punto que, quienes acompañan nuestro caminar con sinceridad y libertad son las amistades, aun por encima de la familia. Una simple razón de esto es que a la familia, no la escogimos, en cambio a los amigos sí.

La familia es la que por fortuna, dicha o, para algunos, tristeza, les tocó.
La pareja es la que se escogió bajo un contrato (palabra, firma o bendición) en un momento indicado y así, digan muchos que no, tiene un momento de final.

En cambio con los amigos, algunos buscados otros no (la mayoría), no sucede lo mismo que en los casos anteriores. A uno no le tocó los amigos, uno los escogió. No hay un contrato, no hay un inicio concertado, sino que el caminar va suscitando la creación de una fuerte, sincera y valiosísima relación que, diferente a la relación de pareja, jamás termina.

Si alguno de los que estamos leyendo esto decimos que hemos terminado una relación de amistad, me atrevo a decir que ahí no hubo esta relación, y esto despierta la discusión en torno a qué es la amistad.

No puedo decir qué es, pero sí que es muy importante y que quienes se abren a tener muchos y variados amigos se hacen millonarios en experiencias, diversiones, conocimientos, espiritualidad, valores y con los amigos se descubren (autoconocimiento), descubre (ven mejor la realidad) y encuentran a Dios.

Un amigo(a) es un abrazo sincero, una mirada profunda, una palabra de aliento y, sobre todo, la seguridad que no estaremos solos.

Así que animémonos a tener muchos amigos, porque ese es el perfecto tesoro.

Por: Édver Delgado
www.coloquiosparapensar.blogspot.com

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